La seguridad a la hora de conducir tu vehículo es una cuestión irrenunciable en ninguno de sus distintos ámbitos. Ruedas, motor, frenos… y por supuesto iluminación. Recuerda que los faros no solo sirven parta ver sino que también, de una manera fundamental, para que te vean. Con el paso d ellos años, los faros de los vehículos requieren un mantenimiento que permita que no pierdan sus cualidades. Es imprescindible evitar circular con los faros sucios o con estos degradados hacia la opacidad. Pueden reducir la visibilidad de la vía y el atenuamiento de la luminosidad convertirán nuestro vehículo en un objeto poco visible o invisible a la vista de otros conductores. S evidente que las consecuencias de esta situación van a ser muy peligrosas para nuestra seguridad y la de los demás.
Los faros no solo deben estar limpios, tampoco deben presentar ralladuras que dispersen la luz y resten eficacia a su función. Es muy recomendable evitar la suciedad, ya que esta es la que puede provocar las ralladuras y opacidad de la que hablamos. Según la legislación vigente en nuestro país, es obligatorio mantener los faros del vehículo limpios y en óptimas condiciones. Como consecuencia de la dejación de esta práctica, los agentes de tráfico pueden llegar a imponernos una sanción. Pero además debes tener en cuenta que si te presentas en las instalaciones de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) con problemas en los faros, pueden determinar que no están en condiciones de garantizar la seguridad en la conducción, y rechazarte el trámite.
Mantener los faros limpios es tan fácil como usar agua y jabón para su limpieza. Sirve cualquier jabón del que se usa para lavar los platos. Remoja las pantallas y frota suavemente para ni provocar rozaduras que los dañen. Realiza un buen enjuagado y sécalos. Si quieres ser más concienzudo puedes usar pasta de dientes blanca y suave aplicada con un paño suave, enjuagando y secando después. También encontraremos en el mercado productos específicos para faros que están preparados para eliminar manchas y suciedad de las luces de auto. Para su uso lee atentamente las indicaciones del fabricante.
En ocasiones más complejas no bastará con un lavado. Si tus faros presentan una evidente opacidad o decoloración puedes acudir a un kit de restauración que incluye un líquido para limpiar y pulir los faros, además de almohadilla. Debes realizar el proceso utilizando gafas de protección y guantes para evitar problemas de salud. No uses productos abrasivos o estropajos recios, ya que puedes empeorar la situación. Los productos agresivos pueden hacer desaparecer la capa protectora que presentan los faros, haciéndolos más vulnerables a los rayos UV y a la suciedad.
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