Una buena conducción, segura y con capacidad de reacción ante incidencias, se basa en buena parte en el óptimo funcionamiento de los frenos de nuestro automóvil. Este dispositivo está basado en dos elementos principales, como son los discos y las pastillas, los protagonistas y a la vez los que mas sufren con la conducción. Su desgaste deriva de la manera en que funcionan. El disco es un elemento fijado al neumático que cuando accionamos el pedal, el líquido se transmite a la pinza a través del cilindro maestro, se sujetan las pastillas contra el disco y permite reducción de la rotación del neumático, lo que se traduce en el frenado del vehículo.
Estos dos elementos tan importantes sufren un acusado desgaste ya que cuando frenamos hay fricción entre ambos, lo que con el paso de los años se va convirtiendo en una menor capacidad para detener el vehículo ya que su grosor va disminuyendo. No se puede establecer un tiempo de vida común ya que depende de su uso y la intensidad de frenado, pero es recomendable la comprobación de las pastillas y discos de freno cada 30.000 km, si no hay signos de fallo en la frenada u otros síntomas. Su chequeo constante y a fondo hará posible que no nos gasten una mala pasada en carretera. Sin embargo, los vehículos han avanzado mucho en su tecnología y su diseño electrónico nos permite un chequeo de su estado que enciende un testigo en el tablero para avisarnos de que es necesario su cambio.
Para hacer tú mismo la con probación debes chequear primero en el libro del fabricante cuál es su grosor original, usando un instrumento de medición llamado “palmer” o pinza. Esta medición debemos compararla con esos valores predefinidos. Para hacerlo hay que quitar los neumáticos y controlar que el grosor de su embalaje es de al menos 3 milímetros en la parte delantera y 2 milímetros en la parte trasera. Algunas alertas, aparte del testigo del panel, pueden advertirte de que ha llegado el momento de cambiarlas. Esto sucede si notas el pedal de freno blando, ruidos extraños durante la frenada, golpes, silbidos, sonidos metálicos o pedal esponjoso.
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