El aceite de nuestro vehículo tiene como misión mantener el motor correctamente lubricado y hacerle permanecer en unas temperaturas oportunas para el óptimo funcionamiento. No es un elemento baladí ya que de él va a depender su calidad de rendimiento y que tenga una larga vida. Por ello debemos prestarle suficiente atención y dispensdarle un correcto mantenimiento, cambiándolo en el kilometraje marcado por el fabricante del coche o tras un año uso. Si falta aceite al motor van a sufrir las diversas piezas que lo componen ya que dejará de mantener refrigerados los elementos móviles intervinientes en la combustión y funcionamiento del vehículo. Ocurriría que el bloque se fundiría inevitablemente a los pocos segundos, lo que tradicionalmente se conoce como «griparse», debido a que el funcionamiento y fricción a altas temperaturas sin lubricante las fundiría.
Existen dos tipos de acite para nuestro vehículo: el mineral y el sintético. Cada fabricante nos ofrece unas especificaciones que determinan cuál es el más recomendable para nuestro motor. Se prefiere para coches nuevos el aceite sintético, cuyos aditivos y detergentes van a contribuir a cuidar el motor, mejorando cuestiones como el encendido en frío, mantenerse libre de impurezas, cuidar el filtro… Dentro de esos dos grandes grupos existen además una serie de variedades que atiende a aspectos como la viscosidad. Debemos ceñirnos a la norma de la viscosidad (SAE) que nuestro fabricante expresa en el manual en términos de «fluidez / viscosidad». Cuanto más bajo es el primer concepto de esa expresión será mejor ya que colaborará a que el arranque en frío sea más rápido y sencillo. La viscosidad del aceite nos va a proteger cuando el motor esté funcionando, actuando sobre el bloque cuando esté caliente. Son dos indicadores cuya conjunción es la que hará posible que el motor del vehículo funcione correctamente tanto en frío como en caliente.
Otros epígrafes de interés que marca el fabricante son el SAE y los API. El API viene a medir la calidad del aceite mediante dos letras consecutivas, una que se refiere a si el motor es de gasolina (S) o diésel (C), y otra que se refiere la tasa de optimización de aceite basándose en el alfabeto: a mayor letra mejor será. Recomendamos el aceite SM, SN o SN Plus en el código API. No seamos desconfiados y pensemos que la marca quiere vendernos el aceite de una determinada compañías, mejor fiémonos de su recomendación ya que la determinan por nuestro bien.
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