Los elementos de seguridad que presentan los vehículos han experimentado muchos e importantes avances en los últimos años. De cuantos mecanismos instala nuestro vehículo para una menor consecuencia de choques, el airbag es sin duda el rey.
Fue en el año 2006 cuando los airbags frontales comenzaron a ser obligatorios tanto para el conductor como para el copiloto. Se trata de dispositivos que vienen instalados de serie en el salpicadero del automóvil. Se trata de los airbags más extendidos.
Junto a ellos encontramos los airbags laterales, cuya función es la protección de la cabeza y el cuerpo de conductor y copiloto en caso de un choque lateral. Estos airbags suelen estar situados en el lateral de los asientos o en el pilar de la carrocería.
Otro tipo de airbags que montan algunos vehículos son los de cortina, situados por encima de las ventanillas con el fin de evitar golpes en la cabeza en caso de accidente con vueltas de campaña del coche.
También podemos encontrar airbags para otras zonas de defensa del cuerpo humano ante un accidente. Por ejemplo el de los airbags de rodilla, que evitan consecuencias negativas en las piernas y que vienen situados debajo del salpicadero, aunque también pueden encontrarse en la parte trasera del vehículo.
Existen otros airbags, como los situados en el cinturón de seguridad o en el reposacabezas de tu coche, para preservar otras zonas del cuerpo en caso de colisión. Incluso el reposacabezas del asiento puede contener dispositivos de este tipo.
Por lo general, los coches actuales suelen montar 6 airbags de serie: dos frontales que recordemos son obligatorios, dos laterales con el fin de proteger la y dos más para el cuerpo. En algunas marcas y modelos podemos encontrar hasta 12 sistemas de protección, existiendo hasta airbag destinados a minimizar daños en el peatón a causa del choque.
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