Desde que en España se promulgó la ley de 2010 que afecta a los servicios de taller, estos establecimientos están habilitados para acceder a la información técnica necesaria para reparar cualquier coche. Este acceso a la información juega a favor del consumidor que gracias a ello obtiene la libertad para elegir dónde reparar su vehículo sin perder el período de garantía de la fabricante marcada por la legislación: dos años. Las garantías adicionales que ofrecen como mejora diversas marcas sí han de ser gestionadas en los puntos oficiales de éstas.
Esta medida jugó a favor de los pequeños talleres y las franquicias de reparaciones rápidas y en contra de los oficiales. Pero nos preguntamos si realmente los talleres independientes suponen una opción rentable para el usuario atendiendo a la calidad-precio de sus reparaciones. Para que la opción no se vuelva en nuestra contra debemos tener en cuenta algunas recomendaciones.
Una de las bazas a favor de los servicios oficiales es su conocimiento exhaustivo sobre el vehículo, ya que la incorporación tecnológica hace que cada marca tenga unas características considerablemente distintas con respecto a otras. Las marcas cuentan con maquinaria personalizada para sus propios modelos a la hora de chequear o reparar, lo que puede redundan sensiblemente en la factura de mano de obra. En contra de estos puntos oficiales de reparación se esgrime a menudo sus tarifas, que hemos de analizar sabiendo que usan piezas oficiales y mano de obra y tecnología altamente cualificada para las reparaciones. De ahí la extensión de garantías que las marcas suelen ofrecer de sus reparaciones.
A favor de los talleres independientemente juega que ya no se invalida la garantía de dos años si llevas el coche a que te lo reparen allí. Están autorizados para completar sin problema el libro de revisiones, pero sabiendo que será ese mismo taller quien deba responder de posteriores reclamaciones al respecto de esa reparación. Los profesionales independientes se esfuerzan cada día por estar perfectamente formados e informados de las novedades de los modelos más habituales y vendidos, pero con unas tarifas más competitivas. Lo cierto es que dependiendo del tipo de avería o servicio vamos a encontrar una diferencia que en ocasiones puede ser realmente importante. Para operaciones como cambio de ruedas, cambio de aceite, revisiones los precios van a ser más convenientes. En averías más complejas mejor ponerse en manos oficiales. Respecto a los repuestos, ya sabemos que en los puntos oficiales cumplen arrajatabla las especificaciones del fabricante, pero los talleres independientes pueden buscar piezas de terceras marcas que salven la situación por menos dinero.
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